jueves, 9 de diciembre de 2010

Meditación estúpida

Pero cada día esa mirada frente al espejo me decía no más…

No mas engaños, no mas tristezas, no más, por el fantasma de los dolores pasados…

Será que siento demasiado los albores y dolores del amor

Tan sensible a tal sentimiento, conservando el instinto de posesión, de propiedad. La cual defiendo y cuido de los demás…

Quisiera dejar mi instinto, evolucionar a la libertad, y no querer poseer.

Pero eso sería oprimirme el alma y ahogarme en el océano profundo de los sentimientos.

Y creo que soy fuerte, me convenzo de eso… al menos eso es lo que quiero mostrar

Envuelta en una manta de espinas desconfiando de todo y de todos…

Será ese mi miedo a enamorarme, dejar caer mi manta y sentirme a la intemperie

Un miedo a sentir dolor…

Divagaciones nocturnas de un alma desesperada

Insomnio

Se escucha el tic tac de un reloj, son como las tres de la mañana y el exceso de formulas me tiene la cabeza vuelta un lio…

Pienso, pienso, pienso, he dado tantas vueltas que ya no sé que es qué

Ahora se escucha crujir una mina entre mis dientes. Es otro de mis vicios tontos como el de comer uñas.

Pasa un rato de silencio acompañado del tic tac constante y se empiezan a escuchar dormir, esa respiración pausada y profunda de los cuerpos en reposo.

Escucho tan atentamente, queriendo ser invadida por los encantos de Morfeo que mis manos se van haciendo más pesadas y mi respiración más lenta. Sin embargo sigo escuchando ese tic tac que me recuerda que mi tiempo de descanso se agota.